Trashumancia para todos: abrir caminos hacia la inclusión

Trashumancia para todos: abrir caminos hacia la inclusión

Trashumancia para todos: abrir caminos hacia la inclusión

La trashumancia es movimiento, es camino compartido. Desde hace siglos, pastores y ovejas recorren las cañadas uniendo territorios y comunidades. Hoy, además, nos recuerdan algo esencial: que la naturaleza, el patrimonio y la cultura deben estar abiertos a todas las personas, sin excepción.

En este espíritu, el Club de Montaña Pandetrave, junto conel Club de Producto Caminos Trashumantes, organizó una experiencia piloto en las montañas de Salamón (León) que hizo posible lo que para algunos parecía inalcanzable: la visita en montaña a un rebaño trashumante para personas con discapacidad sensorial, física o intelectual.

La trashumancia como experiencia inclusiva

Los beneficios de pasar tiempo en la naturaleza y en contacto con animales están cada vez mejor documentados. El simple hecho de caminar al aire libre, de escuchar los cencerros, de observar el ritmo pausado de las ovejas o de acariciar su lana, genera bienestar físico y mental. Para personas con discapacidad, estas experiencias son además una puerta hacia la autonomía, la autoestima y la participación social.

El encuentro en Salamón demostró que es posible adaptar las actividades trashumantes para que todas las personas puedan disfrutarlas: itinerarios accesibles gracias al equipamiento del Club de Montaña Pandetrave, explicaciones apoyadas en lenguaje sencillo, acompañamiento especializado y propuestas que estimulan los sentidos más allá de la vista o el oído. Porque la trashumancia no se cuenta solo con palabras: se siente con el tacto, con el olfato de los pastos, con la vibración del suelo bajo el paso del rebaño.

Responsabilidad compartida

La inclusión en el turismo de naturaleza no debe verse como un añadido, sino como una responsabilidad colectiva. Abrir las experiencias trashumantes a todos los públicos significa reconocer que el patrimonio cultural y natural pertenece a toda la sociedad. Al hacerlo, fortalecemos no solo la accesibilidad, sino también la sostenibilidad: más personas implicadas, más comunidades comprometidas, más voces que defienden la conservación de estos paisajes.

Un modelo para el futuro

La experiencia piloto de Salamón es solo un primer paso, pero apunta a un modelo de futuro: un turismo trashumante capaz de emocionar, educar y sanar. Actividades como acompañar un rebaño en la montaña, participar en un taller de lana o compartir un queso elaborado con leche de oveja trashumante pueden convertirse en herramientas de inclusión, integración y bienestar.

El reto ahora es ampliar estas propuestas, replicarlas en otras rutas y festividades, y garantizar que cada nueva actividad tenga en cuenta las necesidades de accesibilidad desde el principio. Porque la trashumancia no entiende de barreras: es, por definición, un camino abierto.

Un camino de todos

La trashumancia sigue siendo, como siempre, una lección de vida: avanzar juntos, paso a paso, cuidando lo común. Que estas experiencias sean accesibles a todas las personas, sea cual sea su condición, es la mejor manera de honrar ese legado.

Porque los caminos trashumantes no son solo senderos de ovejas y pastores: son caminos de humanidad.

Experiencias destacadas

Riaño

León

Concurso monográfico de perros Mastines de la Montaña de Riaño y Mampodre

La Cueta

León

Aventura trashumante

Mestanza

Ciudad Real

¡Que llegan los pastores! Trashumancia y Estrellas

Castuera

Badajoz

Día del queso en Castuera

Castuera

Badajoz

Campeonato de Esquileo de Merinas

Zamora

Zamora

Presentación de razas caninas autóctona de ganado y pastoreo. Zamora